miércoles, 12 de marzo de 2008

UN DIA...DE TANTOS

Son las 6:30 de la mañana me dirijo a mi trabajo, la rutina diaria del ir y venir.
El bus está repleto de pasajeros, ni un alma puede subir más;
Sin embargo, el ayudante el bus insiste en correr a las personas.
Algunos pasajeros van colgando en la puerta trasera del autobús, otros quieren bajar porque su trayectoria terminó.

Son las 7:30 y el bus urbano, poco a poco va desocupándose por fin logro sentarme, después de un buen rato de recibir pisotones y empujones.
Uno de tantos vendedores, sube con su tema de siempre:
­ ­­­_ “Estimado señor y señora, señorita o joven que aborta este venerable bus, tenga todos y cada uno de ustedes una feliz mañana. En esta ocasión deseo compartir con usted, que me escucha,…unos ricos caramelos que recomiendan los doctores para el buen aliento…ésta farmacia me ha encomendado la distribución de este delicioso caramelo para esa tos necia, ese resfrió, esa garganta irritada,… esa garraspera…”­_

El piloto del bus observa por el espejo, un usuario que le pide por favor, le deje en la esquina, el vendedor también se baja, después de haber obtenido algunas monedas por tan infortunio trabajo.

El bus continúa su marcha, dos tipos suben en la siguiente cuadra…los observo cuidadosamente, un de ellos, viste una chumpa de cuero negro, pantalón de mezclilla desteñido, usa gafas oscuras, tenis blancos de marca famosa.
De repente, el tipo grita sin titubeos, _ ¡Esto es un asalto denme celulares, billeteras, relojes o cadenas y/o lo que tengan de valor sino, se mueren!!_
Sin poner resistencia vi como los usuarios del bus, éramos despojados de nuestras pertenencias.

Pistola en mano, el asaltante, amenazaba con hacer uso de tan vil instrumento.
Nadie puso resistencia, todos fuimos victimas de aquel escenario.
Tome valor para levantarme, y mediar palabra con el tipo de las gafas, de pronto, se oyó una explosión, aún viendo como salía humo negro del arma caí de bruces.
A lo lejos, se escuchaban gritos, y lamentos...No escuche más ruidos…
Un sonido fuerte se escuchaba sin parar, era la alarma de un reloj que marcaba que el día y la rutina comienza…
De un respingo me levanto asustado veo para todos lados y me encontraba tendido aún en mi cama razonando todavía aquella cruel y entupida pesadilla del cual acababa de despertar….Una voz dulce y cariñosa me susurra al oído.
_”¡Mi gordo ya son las seis de la mañana es hora de levantarse, hay que ir a trabajar!_”

1 comentario:

CharmanderEX dijo...

Hay que feo, espero que no hay sido una premunicion, pero igual tubiste la oportunidad de ver que va a pasar si te atreves a hablar con eso inhumanos...cuidado y saludos hay vistias mi blog!!!