viernes, 10 de septiembre de 2010

SEÑORA


A ti señora engalanada
Llena la vida tienes
De muchas primaveras
Si supieras, si supieras
que no pienso escribir nada
Y sin embargo escribo
Pocas letras, que no te dicen nada.

Quisiera escribirte en verso
Acompañándote de flores,
Llenarte de muchos colores,
Que tiene el universo.

¡Ay¡ señora de cuarenta y tantas rosas
Sabes hacer, muchas cosas
Que la juventud te dejó.

No envidias al tiempo, señora
Porque lo has vivido,
A pesar que lo has sufrido,
Continúas cuan árbol en pie.

¿Como le haces tu,
Para tener tanta virtud?

Por eso grande señora
Admiro maravillas de su fe
Siéntese conmigo, tomemos un café
Y Platiquemos de la vida,
Del amor o.., ¿Yo no sé?
Que yo aprendo poco, señora
Pero mucho aprenderé, de usted.

La charla se desarrolló oportuna
El tiempo se fue consumiendo
Muriose la tarde y apareció la luna
Y no era hora, de seguir comiendo.

Sublime noche donde brilló la estrella,
Iluminando el cielo, dejará su estela
Y encontró el amor su alma gemela
Feliz el encuentro ha sido con ella. . .


Se despidieron con gracia y melodía:

_Un gusto encontrarle a usted
Dialogamos del amor otro día,
Si lo permite así, su merced.

_Claro que si, yo le enseñaré
Su segunda fantasía,
le aseguro vida mía,
Que del amor,. . . aprenderá usted.





Novato.