martes, 23 de septiembre de 2008

AMOR PERDIDO


Hoy estaba oscuro, encendí la luna
Y me sonrió tu nombre.
Estaba el gato en el tejado,
Y el ratón,…comiendo mi queso.
Que descuidado he sido
Y no darte mi corazón,
¡Y tu, dime!… ¿Querías una rosa?
No vi la lágrima en tu mejía
Querías que viera tu alma…
Y yo,.. Yo me fijaba en otra cosa.
Querías el beso robado
Querías el abrazo anhelado
Y yo,.. Que tondo he sido
Nunca descubrí el amor en ti.
En tus ojos, en tus manos,
En tus labios carmesí
Alguien se comió mi queso
Y yo, ni el gato descubrí
Que tonto he sido…
Querías caminar con migo
Ver juntos el mar
Querías tú, amar, y nunca terminar.
Que tonto he sido.
Hoy se apago la luna
Porque ya no esta tu nombre.
Me quede sin fortuna.
.

jueves, 11 de septiembre de 2008

EL NIÑO DE LA CALLE

Ahí estaba, aquel niño con su carita pintada, de tierra, sudor y chorreada.
Vestido, en arrapos, y con sus pies descalzos, pidiendo una moneda.
La gente lo ignoraba, y él con sus ojitos brillantes y su carita delgada sonreía, estaba tan acostumbrado a sentir desprecio, y a ser maltratado.
Sentado en una banqueta hizo una pausa, y sacó de entre sus bolsillos, un mendrugo y con mucho cuidado lo desenvolvió y aprovecho de manera oportuna, porque se encontró una lata con su contenido casi entero, de jugo de narnja, que alguien dejó en aquel bote de basura de la vía publica…

Al haber calmado su hambre, empaco cuidadosamente lo que le sobro y lo guardó, se levanto y continúo su rutina de seguir pidiendo limosna.
Solo y sin alegría alguna, continuaba su ardua labor, ni siquiera tenia tiempo para preguntarse, ¿Cuál era su delito, Para ser condenado a la pobreza?.

Aquel día no le fue tan mal, más de alguna alma buena, le dejó lo suficiente para sobrevivir ese día. Cansado caminaba de regreso a su morada, una choza de láminas viejas cuyas paredes eran de reglillas de madera y cartón, el mobiliario; una mesa de pino, una cama destartalada en donde se podía ver claramente los resortes al descubierto, descansaba sobre ella, una anciana de la tercera edad.
_! Ya bien abuela ¡_ Fueron las palabras de entrada del niño en aquella lóbrega habitación.
Y poniendo el bolsillo sobre la mesa, saco cuidadosamente el pedazo de pan que le sobró y acompañado de la lata de jugo que no quiso tomárselo todo, se lo dio a la abuela.
Una viejecita, cansada por la edad, enferma y sin compañía, de nos ser por su único nieto…
El niño miraba tiernamente, como la abuela con dificultad comía aquel delicioso banquete, el pedazo de pan y el jugo en lata.
Cada día, aquel niño proveía alimentación y cuidados a la abuela, siempre guardaba la mitad de las monedas en un cajón de madera, que celosamente guardaba…

Ahí estaba, nuevamente el niño en la calle, esta vez con zapatos, y poco rotos pero… tenia. Ya no extendía su mano para pedir una moneda, esta vez llevaba consigo una caja de madera consigo, dentro de ella llevaba anilina color café y negra, pasta para pulir zapatos y unas tiras de trapo para sacar brillo.

Con sus ojos brillantes, y su sonrisa inquieta, logró lo que la oportunidad le dio… ¡Ser limpiabotas!

martes, 2 de septiembre de 2008

LA FLOR...CITA

Aquí me tienes,
Con una florecita en la mano
Esperando tu mejor sonrisa
Esperando me tomarte de la mano


Aquí me tienes,
Esperándote en aquella esquina
Viendo la gente pasar
Sudando un poco por los nervios
No importa, los puedo controlar

Aquí me tienes,
Pensando una cantidad de cosas,
Que el sol no veo brillar

Aquí me tienes
Esperando tan anhelada cita,
Pero esa nube ahorita,
De seguro hoy va llorar.

Aquí me tienes
Te aseguro que no es mi intención
Dejarte con una ilusión
Pero la esquina tengo que dejar

La flor ya se marchita
El aguacero esta por llegar
Y aquí me marcho yo,
Deshojando la margarita

Porque se aquella anhelada cita
Nunca se concluyó
Despues de tanto tiempo
de hacerme esperar.


Novato.